
Tenemos que invertir más en salud pública. Todo ello con criterios de sostenibilidad ambiental y social, no solo económica.
La crisis de covid-19 no ayudará demasiado al ambiente ni a paliar el cambio climático: la reducción de emisiones es insignificante (en parte por su carácter no permanente) comparada con lo que realmente tenemos que hacer para mantener el calentamiento global en niveles aceptables.